El ataque armado de la Lucha Revolucionaria contra la policía antidisturbios en Exarchia fue una de las acciones más importantes de la organización. Fue una acción política y social legítima en represalia por el asesinato de Alexandros Grigoropoulos de 16 años de edad, por los policías Korkoneas y Saralioti, que tuvo lugar el 6 de diciembre de 2008. Este asesinato fue el resultado de la intensificación de la violencia policial en los últimos años, y se desarrolló bajo condiciones de intensas reformas neoliberales y la “guerra contra el terrorismo” en el mismo período.
En particular, este desarrollo adquirió dimensiones mayores en la primavera del 2007, cuando existieron enfrentamientos violentos y ataques en el centro de Atenas de estudiantes, jóvenes y anarquistas contra escuadrones de la policía antidisturbios, las protestas eran en contra del proyecto de ley del Ministerio de Educación para promover la privatización de la educación.
El entonces ministro de Orden Público, Byron Polidoras, al asumir el cargo de manera veraz, se refirió a la policía como “pretorianos”, y cuando después de estos disturbios siguieron ataques anarquistas a las comisarías de Exarchia y Papagos, declaró que “la policía tiene nervios constantes”, por lo que pueden sacar con seguridad sus armas. Esencialmente, con esto más o menos dio la luz verde de abrir fuego contra manifestantes desarmados, jóvenes y anarquistas. Al mismo tiempo había un clima promovido por el Estado y el Ministerio de Orden Público, con declaraciones de este mismo ministro y también de la unión policial, promoviendo la limpieza de lxs anarquistas de Exarchia, hablando de la reclamación de Exarchia para el estado. Ahora existe un debate y contra-debate similar entre el gobierno de Syriza y el principal partido de oposición Nueva Democracia.
La Lucha Revolucionaria había advertido en abril de 2007, cuando bombardearon la segunda comisaría de Nea Ionia en Perissos, que la intensificación de la violencia policial resultaría en muertes por fuego policial y que en ese caso responderíamos de la misma manera. De hecho, esta intensificación de la violencia policial se produjo un año y medio después, cuando una patrulla policial terminó en una escaramuza con algunxs jóvenes en la calle Messologi en Exarchia y terminó con el asesinato del joven Grigoropoulos por los”valientes” Korkoneas y Saralioti.
La Lucha Revolucionaria (consistente con la advertencia dada cuando atacamos la citada comisaría) procedió con ataques contra la policía antidisturbios, inicialmente en Kokkinopoulou en Zografou, como un ensayo general, y luego en Exarchia el 5 de enero de 2009, en la intersección de Kountouriotis y Zaimi, donde había guardia conformada por tres policías antidisturbios. Esta operación, aparte de los resultados tangibles, con un policía antidisturbios gravemente herido, cuya vida fue salvada por suerte, con sus dos colegas buscando salvar sus propias vidas, y los otros policías que no están dispuestos ni a ayudarlxs, ni a perseguir a lxs miembrxs de Lucha Revolucionaria, lo que tiene un significado político más amplio.
El significado político de esta acción no se limitó sólo a una acción de represalia por tal asesinato, sino que fue una mucha mayor. (Como el estallido de la crisis financiera global que comenzó en los Estados Unidos en el 2007 con el estallido de las burbujas de los préstamos subprime y que se globalizó con el colapso de Leaman Brothers en septiembre del 2008) Y dada a la precaria situación de la economía griega debido a su alta deuda, predijo un período de turbulencia, un período de desestabilización estructural, ya que el país estaba entrando en el vórtice de la crisis a partir del 2009 y puesto que el gobierno se vería forzado a tomar medidas que causen la deslegitimación social del sistema. Efectivamente, la Lucha Revolucionaria predijo en 2009 la época de los memorandos y las políticas de austeridad, con que las directivas del FMI impondrían al país.
En estos tiempos, cuando el sistema está en crisis, crisis-económica, crisis del sistema político de la democracia representativa, crisis de confianza y legitimidad ante la mayoría de la sociedad- este período abre, a nuestro juicio, una oportunidad para intentar una ruptura con el sistema financiero y político, hacer un intento revolucionario para hacer una fuerte fuerza política organizada revolucionaria, un movimiento revolucionario que utilizaría la lucha armada para derrocar el capital y el Estado.
El levantamiento de diciembre del 2008, el mayor levantamiento juvenil de la historia griega moderna (y tal vez en Europa en los últimos años), fue una respuesta al asesinato de Grigoropoulos y avergonzó al régimen hasta el punto de considerar la posibilidad de declarar la ley marcial. Esto demostró las condiciones explosivas de rabia que subyacen en la sociedad griega en el momento en que el régimen se enfrentó inicialmente a la crisis que un movimiento revolucionario podría explotar para derrocar al régimen.
Antes del asesinato de Grigoropoulos por los policías Korkoneas y Saralioti, la Lucha Revolucionaria había diseñado acciones estratégicas para golpear estructuras, mecanismos o personas del sistema económico y político responsables de la crisis y su gestión. En el otoño del 2008 ya habíamos decidido golpear a la bolsa de Atenas con una gran carga de explosivos, pero después del asesinato de Grigoropoulos la organización decidió posponer esta campaña de acciones y atacar a las fuerzas de represión.
La Lucha Revolucionaria, en el comunicado que reclamaba la responsabilidad de los ataques armados contra la policía antidisturbios, declaró claramente que un intento de derrocar al régimen en crisis incluye necesariamente la lucha armada, necesaria para eliminar las fuerzas de seguridad del régimen.
El ataque de la organización a los tres policías antidisturbios el 5 de enero del 2009, que resultó en graves lesiones a uno de ellos, y la reacción de inercia de los otros dos y del resto de la escuadra colocados a unos pasos más abajo en Bouboulinas Street, mostró que algunos combatientes, formalmente desentrenados, con su voluntad y determinación pueden neutralizar y hacer que estos pretorianos del régimen, la policía, no puedan reaccionar. Sería una lección política útil si se formara un movimiento revolucionario en el futuro inmediato, que utilizaría la acción armada para socavar y derrocar al régimen en general.
Imagínense, por ejemplo, lo que habría sucedido si al menos una parte de los miles de personas que en repetidas ocasiones trataron de asaltar el parlamento en el período de los votos de memorando, en mayo del 2010 o en febrero del 2012, hubiesen poseído armas.
En este caso, ninguna fuerza policial, ni la fuerza de la policía antidisturbios, ni la EKAM habrían sido capaces de detener a un pueblo armado decidido a apoderarse del parlamento, esa guarida de lxs ejecutorxs políticos del pueblo, de los que son instrumentos y sirvientes de lxs usurerxs extranjerxs y locales, los bancos, las multinacionales, los mecanismos del capitalismo internacional, todxs lxs responsables de la implementación de programas de austeridad que han llevado a la pobreza generalizada, la miseria y miles de muertes.
Lucha Revolucionaria abogó con este ataque por una Comuna armenia ateniense siguiendo el ejemplo de la Comuna de París de 1871, la primera revolución armada proletaria. Esto es realmente el gran significado político de este ataque. Que sólo por una revolución se libera a la sociedad, al pueblo, a lxs trabajadorxs de los grilletes del capital y del Estado, y que el uso de la lucha armada es esencial y necesario para derrotar a las fuerzas de seguridad que protegen al Estado y a lxs capitalistas. El ataque del 5 de enero del 2009 fue una pequeña confirmación de esta posición y, como Lucha Revolucionaria, les dejamos este legado político a la sociedad.
FUENTE: 325
TRADUCCIÓN: INSTINTO SALVAJE